A mi con La Bodegueta me pasa como con El Xampanyet. Que son dos establecimientos tradicionales de Barcelona por los que no corre el tiempo. Y a donde siempre acudo a degustar lo mismo. El primero está en la Rambla de Catalunya. Fue un antiguo despacho de vinos, que se mantiene tal cual desde hace más de sesenta años. Lo suyo son las croquetas de pollo. Como en El Xampanyet son sus anchoas. Que proceden de L´Escala. Y que esta taberna popular de la calle Montcada presenta bañadas en aceite de oliva tras desalarlas de su salmuera. Lo que obliga a acompañarlas con un buen pa amb tomàquet. Estos dos locales barceloneses suelen estar siempre a rebosar, al igual que el Bar Tomás, en la calle Major de Sarriá. Cuyas patatas bravas son afamadas en toda Cataluña. Confieso que en gastronomía soy bastante tradicional. Me considero tan amigo como enamorado de las excelencias de Juan Mari Arzac. Que me regaló un día en México la chaquetilla de cocinero que acababa de usar en un restaurante. He comido de la mano de Ferrán Adriá y de Carme Ruscadella. También de Martín Berasategui y de Subijana. Pero una vez compartí mesa con Arguiñano en Valencia y pidió un par de huevos fritos con patatas. Líbreme Dios si no reconozco la personalidad culinaria de estos maestros de los fogones. Cuyas suculencias me pierden. Pero si tengo que posicionarme lo hago con la cocina clásica. Y con los establecimientos que la fomentan. Me ocurre en Barcelona con El Vaso de Oro, la bulliciosa cervecería de la calle Balboa. Allá en la Barceloneta. Excelente la ensaladilla rusa. Y en un pueblo de Girona cercano a Banyoles. Llamado Esponellá. Donde se encuentra Can Roca –el payés, no El Celler ni el otro del Maresme-, que prepara la segunda mejor truita (tortilla) de patatas por mi conocida. Porque la primera es la de La Casilla, en Betanzos. Y la tercera la del Bar Santos. Que está en Córdoba, junto a la Mezquita.
En este recorrido geográfico que he iniciado por los santuarios de la cocina clásica de España no puedo dejar para el final los arroces. Que son platos muy mediterráneos. Pero también iconográficos de la buena mesa nacional. A mi entender, donde mejor preparan la paella en toda su autenticidad (pollo, conejo, garrafón…) es en Casa Roberto. En la calle Maestro Gozalbo, de Valencia. Tres años acudiendo allí casi todas la semanas. Lo suficiente para dar fe de ello. En cuanto al arroz a banda, por lo general suelo recomendar el de St James. Otro restaurante tradicional. Pero en Madrid, en la calle Juan Bravo. Corazón del Barrio de Salamanca. Hay en España excelentes fogones que preparan arroces. Es el caso de las 7 Puertas, el legendario restaurante del Paseo Isabel II, de Barcelona. Fundado en 1836. Y que elabora un exquisito arroz negro, tipo L´Ampordá. O el Nou Manolín, de Alicante, que echa el resto con el arroz al horno, cuando no amb pelletes de bacallar. Impresionante también el arroz al pil-pil, de La Marea, en Cádiz, o el arroz con perdiz, de Pinichi, en Alcalá de Guadaira. Un día estaba yo como mi buen amigo Alfredo Relaño, director del diario As, recordando los platos clásicos que van desapareciendo de las cartas de los restaurantes. Y nos vinieron a la mente los huevos a la flamenca, muy cotizados durante nuestra juventud. Los pedimos en El Landó, el restaurante madrileño de Las Vistillas que dirige Angelito González. El cuñado de Lucio Blázquez. Casi siempre que acudo allí los reclamo. Otro plato de época es el pollo al ajillo, espectacular en un veterano restaurante de la localidad sevillana de Écija llamado Pirula. Que es como se conoce cariñosamente a su propietario. José Silva Martín, a punto de cumplir 95 años. Y que entró a trabajar en la hostelería en 1925. Con sólo diez años. Donde sigue. Y en donde se le ve todos los días. Tras el mostrador. Cortando jamón. Colocando las raciones de queso en cada plato.
Quien de verdad corta el jamón ibérico de forma espectacular es Francisco Moreno (Quico), propietario de Casa Moreno, en Sevilla. Una tienda de ultramarinos y bebidas ubicada desde 1940 en la calle Gamazo, en el centro de la ciudad. Y que dispone de una variedad de tapas de chacinas, fiambres y quesos que la aceditan. También en Sevilla, en la histórica taberna de El Rinconcillo son muy cotizadas las pavías de bacalao. Que es un ingrediente muy peculiar de la cocina española. Y que en Madrid preparan a modo de lomos rebozados dos tabernas muy castizas. Casa Labra, en la calle Tetuán. Junto a la Puerta del Sol. Y Revuelta, en Puerta Cerrada. Pero para bacalao, Vizcaya. La Bacalada, con más de cincuenta años en el casco viejo de Bilbao, se precia de tener a la venta el mejor bacalao seco de España. Y el restaurante Guría -también con más de medio siglo y regentado por la familia Pildaín– de cocinarlo. Este clásico de la cocina vasca establecido en la Gran Vía de la capital vizcaína sorprende por la forma de preparar su especialidad. Bacalao con espinacas y pimientos, a la vizcaina, al pil-pil y Club Ranero, entre otros. No hay que salir del País Vasco para encontrar una buena cocina marinera. Me refiero al comedor de la Hermandad de Pescadores, de la localidad guipuzcoana de Hondarribia. Cerrado a día de hoy por cambio de arrendatario. Pero que siempre será un clásico entre los clásicos. Sopa de pescado, chipirones en su tinta y merluza en salsa verde. Impecable la chuleta que preparan en el Asador Erretegia, en la calle Estafeta, de Pamplona. Un local de pocas mesas que atiende el matrimonio propietario. Y que no figura en la guías de restaurantes. Como tampoco la Cervecería Godoy, frente al antiguo campo de fútbol de El Palo, en Málaga. Excelentes boquerones victorianos fritos en aceite puro de oliva extravirgen. Cuando los hay. El mejor rabo de toro se lo adjudico a mi amigo Pepe Blázquez, propietario de Casa Salvador, en la madrileña calle de Barbieri. Al igual que el cochinillo asado, que lo borda otro buen amigo, Jose María Ruiz Benito. En el restaurante de Segovia que lleva su nombre. Calle Cronista Lecea, próxima a la Plaza Mayor. Y en cuanto a cordero, no puedo pasar por alto El Figón de Ismael, en Sepúlveda. Un clásico castellano con 150 años de antigüedad. Regentado por la familia Ortiz, artesanos del lechazo. O cordero lechal asado. Que se sirve por cuartos. Concluido este viaje entre fogones, qué mejor para acabar que una frase del poeta Horacio. Y que inicia con ella una de sus odas. Nunc est bibendum. Que significa: Ahora, bebamos.
Un recorrido por la cocina clásica de España
http://www.fernandoorgambides.com/2010/04/16/como-siempre/
En el blog: Como siempre: A mi con La Bodegueta me pasa como con El Xampanyet. Que son dos establecimientos tradic… http://bit.ly/apagO6
FERNANDO CIUDADANO DEL MUNDO.
Amante, entusiasta y conocedor de todo. Arte, geografía, historia, literatura, costumbres, gastronomía.
Está vez, nos das un buen paseo por lo mejor de la gastronomía española, la clásica la que a ti te gusta, las bravas del Tomas, la paella de Casa Roberto, la tortilla de La Casilla ó la de Can Roca…………..en cualquiera de estos magníficos bares ó restaurantes, estén donde estén, tu estas en tu casa.
En Barcelona te esperamos siempre y mientras tanto , ” Nunc est bibendum” y Salut¡¡¡¡¡¡¡
¡Exquisita ruta gastronómica! De los locales de los que hablas que conozco, coincido contigo en todo. Y añado un restaurante para comer delicioso lechazo: Mannix, en un pueblo llamado Campaspero, a pocos kilómetros de Peñafiel.
Que buen recorrido gastronómico por toda la geografía española¡¡¡¡ Me ha hecho especial ilusión la referencia al 7 Puertas , me recuerda algunos domingos y celebraciones familiares de la apoca de mi infancia y adolescencia. Hace mucho que no voy, no se si habrá cambiado, espero que esté COMO SIEMPRE.
Fernando, has elegido en tu artículo gastronómico los dos sitios de más ruido de Barcelona y en los que no se puede comer, te empujan y están llenos de humo. Esa cualificación tan alta que le das a La Bodegueta me sorprende, porque tenemos en Barcelona mejores sitios. El Xampanyet es un bar de guiris, donde ponen un vino de aguja de muy mala calidad. No conoces Cal Pep? En Plaça de les Olles. Te invito cuando quieras. Adeu, ciutadan!!!!! Ja, ja, ja.
niñoooo, aun no he leido el articulo , PERO ESTA FOTO DEL TOMAS HAY QUE CELEBRARLA. que bien me iria ahora que el
camarero en tres dimensiones depositara un platito de bravas sobre mi mesa de trabajo. un abrazo
Conoces lo mejor de cada sitio, eres un gourmet. Ami me encanta El vaso de oro con sus tubos de cerveza y su ensaladilla de atún picante.
Tomo buena nota de los sitios, que nos recomiendas por toda España.
Tu artículo debería formar parte de un tratado de gastronomía dado el recorrido que haces de las cocinas españolas donde nos ofreces lo más selecto de ellas.
Sin embargo, creo entrever una actitud más cercana al historiador que al cocinero. Te gusta la comida clásica y b uscas establecimientos tradicionales donde aún la sirvan como si la quisieras preservar del paso del tiempo, que todo lo arrasa. Por eso elogias los locales por donde “no corre el tiempo” No te limitas a recomendar recetas exquisitas, las aliñas con una cierta angustia existencial, pues lamentas que muchos platos clásicos hoy en día van desapareciendo. Eso es lo que te duele. Lo mitigas escribiendo y hablando de ellos a la vez que acudes siempre que puedes a los establecimientos tradicionales como para insuflarles un hálito de vida, una dignidad que los convierte en santuarios.
A sabiendas de que coincido contigo en los restaurantes que has mencionado y he estado, no dudes que cuando haga ruta gastronómica por España trataré de ir a dichos restaurates, puesto que coincidimos en todo.
Destacaría también del Vaso de Oro (mejores tapas de Barcelona sin lugar a dudas) el “granjero”, bocadilo impresionante y la ensaladilla de atún picante buenísima.
Un restaurante que destacaría de Barcelona también es el restaurante muffins de la calle Valencia 210, en barcelona. En este restaurante se pueden degustar las mejores croquetas de ceps de barcelona y los mejores coulants de chocolate.
Otro día podrías comentar en tu blog restaurantes poco conocidos cuya cocina sea exquisita, de esta manera ampliaremos la ruta gastronómica por restaurantes que jamás pensaríamos que fuesen tan buenos.
Te felicito por tu blog.
Con permiso de La Bacalada, de Bilbao, el mejor bacalao seco del mundo lo vende La Bacaladera, en IRÚN. No lo digo yo; lo dijo The Washington Post hace unos años.
No hay derecho que en plena época de “operación biquini” te explayes tanto describiendo restaurantes y suculentos platos.
De todos modos, gracias y tomo nota.
Pues coincido contigo en todos los restaurantes y bares que mencionas.
En cuanto al bacalao, sin desmerecer para nada el de Guría de Bilbao, te puedo asegurar que si pruebas el de Chicoa de Barcelona, igual te replanteas la nota y como mínimo la igualas.
Deberías escribir una guía de restaurantes y bares de toda España.
En referencia al comentario sobre el bacalao del restaurante Chicoa, estoy completamente de acuerdo. Y recomiendo el plato de selección de bacalaos. Es fantástico.
Destacaría de este restaurante, que frecuento desde hace más de 30 años, su constante calidad. Nunca falla, siempre sales satisfecho tanto por su comida como por el servicio.
También mencionar, que su dueño y chef Joan es un gran aficionado a la magia y si le avisas con tiempo o tienes la suerte de que esté disponible, puede hacer juegos de magia dignos del Magic Andreu y similares.
Le doy la razón a M.A.R., estamos en plena “operación biquini”, y, tu vas y nos haces la boca agua. Y yo que mucha voluntad no tengo, acabo de decidir, que ahora mismo voy a La Bodegueta, que la tengo cerquita y a está hora ya empiezan a salir las croquetas de pollo calentitas.
Buen fin de semana y chin chin¡¡¡
Que es leerte y hacerseme la boca agua, amigo Fernando. Y pesa a todo algunas cosas quedaron en el tintero, como no puede ser de otro modo ante lo extenso de la gastromia de este pais, donde es dificil encontrar un sitio donde no se coma bien..
Hay tres tortillas de patatas por las que uno se saltaria hasta el regimen ese que empezamos todos los lunes y lo dejamos los martes. Una en Irun, el Txuntxurro, una tortilla con igual proporcion de patata que de cebolla, esa otra del Casino de Elizondo, enorme y a la vez jugosa, y esa sublime del Casino de Lesaka, para la que hay que reservar mesa, con mucha cebolla casi caramelizada, con la patata pequeña cortada a mano, dorada y crujiente, echa solo de un lado y servida a media vuelta
Esas otras tortillas de bacalao servidas en bandejas enormes, seguidas de un chuleton a la brasa, queso, nueces y membrillo con su sidra al txotx haciendo cola, como mandan los canones, directamente de la kupela
Esos chipirones en su tinta de un restaurante en la Parte vieja donostiarra que hacen que la Duquesa deje una vez al año el Palacio de Liria. Echos a fuego lento y con una salsa negra, espesada con su jamon del bueno (si, has leido bien) chipirones de pata negra
Otro manjar ese Zikiro Jate en Zugaramurdi o Sara, el cordero clavado en estacas enteros, abiertos, alrededor de una lumbre inmensa, cocinados al aire caliente durante horas
Esa merluza a la koxkera de anzuelo de Hondarribia con unas almejas grandes, cogidas de la ria o rellenas de centollo en salsa americana. Ese Txangurro relleno al horno, invencion de un donostiarra en los tiempos en los que encontrar una langosta era ciencia ficcion, primero como plato menor, despues como bocado de cardinale
¿Hablas de la paella? ¿Y ese arroz a banda? ¿O ese arroz negro con sus chipirones y sus trocitos de rape? O ese rape alangostado, o partido en trozos pequeños pasados por una salsa orly y fritos, al estilo de esa tempura que nos redescubriron los japoneses y la inventaron en Portugal
Y el cochinillo, asado, o partido en trozos, cochifrito de las tardes de verano de mi niñez en La MAncha, o esas costillas del Bar Manolo en Hondarribia, o esas otras del Buenosaires en el Monte Naranco en Oviedo; o las chuletillas de cordero al sarmiento que hacen en La Rioja con un buen vaso de vino, de cosechero, sin etiquetar, de esos que guardan las familias en sus sotanos, de los que ayer te hablaba la Aguado
Por no olvidarse de los platos de puchero, esas alubias negras de Tolosa con todos sus sacramentos, las pochas con almejas, los garbanzos con carne de matanza o con chopitos como los comeis en el sur.
Y los fritos, ese pescadito de Cadiz, esas sepias cortadas y pasadas ligeramente por harina y pan rallado. Y de las croquetas (de jamon, de pollo, de txipirones, de hongos, tradicionales o liquidas como las que hacia Adria), mejor te hablo otro dia, que es la hora de comer y se me hace la boca agua, aunque todavia no he encontrado ningunas como las que hacia mi madre
Y eso sin hablar de postres
Bon Apetit
p.d. Me quedo con la opcion de Argiñano, unos huevos fritos, nuestro gran plato, en aceite de oliva, ni demasiado caliente, ni demasiado frio, con su puntillita y acompañados de un buen jamoncito o una txistorra,, ese manjar navarro que no puede faltar en ninguna mesa
De tanto hablar he puesto un “echos” por un “hechos”. Por Dios
Y ya puestos os cuento una anecdota. Si os fijasteis en Madrid, los jueves es tradcion que haya paella en todos los bares a la hora del menu. Existen dos versiones de la historia. Una dice que el jueves era cuando libraba antaño el servicio y la gente pudiente solia ir a comer a los restaurantes y este era el plato para agasajar a tan digna clientela
La otra, cuenta que los jueves el pequeño cabron dejaba el Pardo y solia ir cada semana a un restaurante distinto a comer. Cuentas las cronicas que su plato preferido era la paella y los dueños de los locales preparaban este plato con la esperanza de que ese jueves les tocara la china y el Caudillo hiciera acto de presencia en sus mesas
Sinceramente, me creo mas que el jueves ante la distancia del mar de la capital fuese el dia que llegase el pesado y el marisco fresco con el que prepararla, pero como anecdota no negareis que tiene miga
¿Unas migas de pastor? Engañadas con sus torreznos, su chorizo, su morcilla, sus uvas…o con chocolate
Me voy a comer
Bonito y suculento artículo. A estas horas empezaría por una cañita en La Bodegueta y si pudiera volar y estar trabajando otra vez a las cuatro, me decidiría por el arroz al horno del ” Nou Manolin” de Alicante.
Que Hambre!!!!! Por qué nos gustará tanto comer?
no sé si son figuraciones mias o todos añoramos la cocina tradicional?
No escribas más de comida hasta pasado el verano, por favor.
El recorrido gastronómico que nos relatas en tu artículo,es para tenerlo en consideración y en la mente a la hora de elegir restaurante o tapeo,estés donde estés.
Todos tenemos nuestros rincones preferidos que consideramos los mejores (lo sean o no), los mios, en mi ciudad Barcelona, son interminables pero me quedo con el que tu citas El Tomàs de Sarrià el cual frecuento asiduamente por estar en mi barrio.
Además de tus sugerencias, tomo nota de las de Javier Álvarez Prieto, amante como yo de la cocina tradicional.
Y añado los morros de “La Espiga”, el centollo de “Saltxipi”, el patorillo de “La Cepa”, el cogote de merluza del Beti-Jai, el rodaballo salvaje del “Branca” en San Sebastián y el txuletón, la sopa de pescado y el rape a la americana de “La Guerezieta” en Biarritz, caserío regentado por los Arrieta desde el que se divisa hasta el valle del Baztán. Todo un privilegio para pocos.
De la nueva cocina, me quedo sin lugar a dudas con Arzak.
Mi tía Magdalena, gran cocinera de vanguardia pues ya en los años 50 hacía los crepes rellenos de txangurro, era asidua, como todos nosotros, a la casa de Juan mari, donde celebramos desde hace años todos los acontecimientos familiares en su compañía.
¿Qué que va a comer hoy Magdalena,?, le preguntó un día Juan Mari.
Y ella respondió: “Dime, por favor, qué estan comiendo los camareros”.
“Pues, patatas con bacalao y con almejas”, le dijo Arzak.
Pues eso, hijo mio, traéme un plato de ésos.
Desde entonces Juan Mari supo contentar a mi tía, que pasaba tardes en su cocina repsanado platos antes de que Arzak fuera Arzak.
Bravo Fernando!. Verdaderamente esta descripción de rincones donde uno puede degustar de todo y más, es un festin. . Cualquier alimento natural sometido a la imaginación humana puede dar a la vida unos brochazos de sabor inmenso.
Si a ello le añadimos un espacio placentero y una buena compañia , ese encuentro con la comida se convierte en un proceso digno de ser recordado.
Pienso que es lo que nos ocurre cuando apreciamos tantos lugares y sabores y en cambio otros caen rápidamente en el olvido.
Quiero mencionar dos sabrosos platos de un restaurante barcelonés “casa Leopoldo” , el rabo de buey y la sepia con albóndigas, para mi merecen un reconocimiento entusiasta.
Que riqueza gastronomica se respira en tu artículo y en los comentarios del blog! .
En mi siempre olvidada Lleida se comen los mejores caracoles de España y el arte de cocinar “la brasa” solo se encuentra en tierras leridanas, os invito a que lo probeis.
La cocina tradicional y familiar es la que se practica en la mayoria de restaurante leridanos y si bien se hacen intentos de introducir la cocina de diseño, su éxito es mas bien escaso.
Son recomendables en la capital Cal Molí y La Huerta ; en Mollerussa La Bota de L’avi; en el Pla d’Urgell concretamente en Golmes, el cordero y la llangonisa (butifarra para el resto de los mortales) a la brasa es lo mejor de toda Lleida y si ya nos atrevemos a viajar hasta el Pirineo, con la sopa aranesa entras en la gloria los dias gelidos de invierno.
No se, Fernando, si conoces Lerida, te puedo asegurar que tiene unas puestas de sol de secano que digo yo que se pueden contemplar comiendo unos buenos caracoles a la llauna o a la grotesca.
Y como son los “tomates del terreno” del restaurante Zacarías de Santander.
Los habrá visto alguien más hermosos.
Como Dios manda, son de verano. Pelín de aceite de oliva, pelin de sal…
Esto si que es clásico.
CIUDADANO, ME ENCANTARÍA QUE ME INVITARAS A CENAR EN CUALQUIERA DE TUS LUGARES FAVORITOS.
¿BARCELONA?
Judía con perdiz
Chuletas a la leña
Solomillo a la leña
Merluza a la vasca
Bacalao al Pil Pill
Kokoxas con angulas
Natillas con tarta de la abuela
Cuajada casera
Todo esto, y más, lo tenéis en el restaurante EL VASCO.
Autovía de Levante, salida de Villarrubio. Provincia de Cuenca.
969-13 53 70
969-13 51 02
EL ENCANTO Y EL SABOR DE LA COCINA TRADICIONAL.
Clásico, pero que muy clásico, el Beethoven, de Haro, en La Rioja.
Más clásico el nombre, imposible. Y sabeis por qué se llama Beethoven, por que así llamaban en Haro a su primitivo dueño, Luis Aguirre, que tocaba el clarinete en la banda municipal y había nacido el mismo día y el mismo mes que Beethoven, más un dato complementario, este era sordo y Luis se quedó ciego.
Así que clásico por la cocina y clásico por el músico. Pero lo mejor son sus patatas a la riojana, el panaché de verdura, las pochas frescas y sus carnes y pescados de primera calidad, más el cordero. Impresionante. Lo digo yo.
De vinos lo que quieras. Que estáis en Haro.
Buen apetito y feliz estancia.
Entre el artículo de Fernando, que es de lo mas ilustrativo y suculento. Y las aportaciones de todos los comentaristas.
Si tenemos tiempo y posibilidad de viajar, podemos hacer un buen recorrido, disfrutando en cada lugar recomendado, de la estupenda gastronomía española.
Yo aporto mi granito de arena con la información de un clásico en Barcelona, que es “El Caballito Blanco”
Que delicia leer la descripcion que haces de la gastronomia y de los lugares fabulosos que conociste y degustaste, y que razon tienes en decir que las mejores papas bravas son las de don Tomas que es muy conocido, espero conocer los demas lugares que mencionas y saborear esas delicias.
Te comento que no hay lugar que haya comido una croqueta y los canelones como las que hace mi amiga Mariangeles
Para buenos arroces y todo tipo de platos de cocina marinera tenemos en Valencia el restaurante L’Estimat, que es uno de los más antiguos de la Malvarrosa y de Valencia. Creo que fue fundado en los años 20, cuando la belle epoque de estos barrios nque se está cargando Rita Barberá. Porque esto es El Cabanyal igualmente y ni se compra ni se vende. Perdón, que me he calentado. Sigo: oncretamente está en el Paseo Neptuno, frente al Balneario de Las Arenas. A disfrutarlo y…
¡Bon profit!.
En Madrid se prepara el bacalao de manera exquisita y siguiendo la tradición. Casa Labra es un clásico, y me refiero al restaurante, pero también El Fogón de Quiñones, que tiene más de treinta platos de esta especialidad. Está en la calle Suero de Quiñones, por el metro de Prosperidad. Otro también muy bueno cocinando el bacalao, tirando al estilo vasco, es Gaztelupe, en Comandante Zorita, que prepara el bacalao a la vizcaina como mandan lo canones, con su pimiento choricero total. Porque ojo, que hay quien te la da con queso y lo prepara con tomate. No tiene nada que ver y es insulto a la inteligencia gastronómica. Saludos.
Si estáis dispuestos a estar de pie y un poco apretados, os recomiendo que vayáis a “Can Quimet”, en c/ Poeta Cabanyes nº 25 de Barcelona, la calle donde nació Serrat. Podréis comer las tapas de lata mas exquisitas, que yo he probado nunca y además de una buena bodega de vinos, tienen un surtido variadisimo de cervezas.
Como los pimientos rellenos de carne de centollo de Verruga no hay nada comparable. Riquísimos. Es un restaurante familiar y muy gallego que creo que va ya por la tercera o cuarta generación de la familia propietaria y que está en la parte monumental de Lugo. De pescados y mariscos, lo que quieras. Las carnes son buenísimas y la carta de vinos es muy apañada. Bien de precio para lo que vemos en Madrid o Barcelona.
Me ha gustado mucho el compartir tus recuerdos culinarios, en especial de Barcelona. Porque desde que llegué de México a vivir aquí, me sentí un poco perdida, pues par mí la cocina es algo muy muy importante y no tenía ni idea de donde comer un buen jamón ni tomar un buen cavita, pero gracias a mi amiga Mariangeles, he conocido los mejores lugares y los mas emblemáticos y ahora gracias a ti tengo una buena guía en toda España.
Decidí hace unos meses cambiar de profesión y de la arquitectura, he pasado a enamorarme de la restauración y en ello estoy . Tu artículo de hoy, me confirma que he acertado. Gracias.
Fernando, aunque no sea cocina española clásica, yo te invito a la “Cantina Machito”, en el barrio de Gracia en Barcelona, donde comerás las mejores enchiladas que yo te prepararé.
El recorridogatronómico que nos haces de Barcelona es muy acertado. El Bar Tomás tiene las patatas bravas más deliciosas del mundo. En la Bodegueta hemos pasado censa encantadoras.
Como ponen la perdiz en Adolfo -Toledo- no he encontrado otro sitio mejor.
Magnífico viaje a la gastro-geografía española.
Enhorabuena.
Ya que el autor del blog y todos sus seguidores, estáis tan generosos pasando y compartiendo información gastronómica, yo también os voy a dar un buen dato, en la calle Horta nº 1, barrio de Horta de Barcelona, hay una bodega bicentenaria, CAN MASSANA. aparte de ser muy bonito el lugar, el vermut de grifo está de muerte y las tapas increíbles.
No pensaba dar ese dato a nadie, que luego los sitios se llenan y ya no es lo mismo, pero me caéis todos muy simpáticos y lo quiero compartir
¡Que buen recorrido grastronomico! tuve la ocacion de comer las famosas patatas bravas del bar Tomas y la verdad que son buenisimas nunca habia desgustado otras igual.Espero conocer mas lugares como ese.
Que buen recorrido haces en el blog Fernando.,con algunos sitios de Barcelona , nos es de gran ayuda para todos aquellos que deseamos descubrir quellos rincones más preciados.
De estos sitiospodemos aprender un poco de la gastronomía catalana, presentando sus rasgos más típicos de la Cocina Mediterránea, y al mismo tiempo influencias de otras culturas como la cultura griega, provenzal, árabe.
He ido a algunos, e ire al que recomienda Mariano. Muchas gracias, por compartir este secreto.
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Casa Balbino, en la plaza del Cabildo, en Sanlúcar de Barrameda, España. Lo mejor de lo mejor. Y vaya tapas, amigos. Todas apuntadas en una pizarra. Excelente manzanillla, San León por supuesto. Riquisimas las tortillitas de camarones, como las huevas de chocos, las huevas aliñás, las papas aliñás, las acedías, el cazón y el marisco en general.
Ya te gusta lo clásico te recomiendo los mejores hojaldres del mundo hechos artesanalmente y horneados en horno de leña en Argentona ( Barcelona). Pregunta por la Lola de Cal Odon y de paso visitas el Museu del Cantir y La Feria del Cantir el 4-5 de Agosto en las Fiestas de Sant Domenec.
Gracias por tus sabios consejos culinarios. Te haré caso y probaré todos los sitios que puede de los que recomiendas y los que no pruebe no va aser por falta de ganas.
Sigue con esta alegría muchos años.
Hola Fernando, veo que eres hombre de buen yantar, es uno de los buenos placeres que nos da la vida.
UNA BUENA BERZA JEREZANA CON SU PRINGA EN LA VENTA ESTEBAN, EN JEREZ DE LA FRONTERA. PARA CHUPARSE LOS DEDOS.
Menudo paseo el que te has dado hoy, amigo mío…! Y con menuda excusa, dicho sea de paso, sabrosa y sugerente como pocas. Que a quienes nos gusta la buena comida hemos disfrutado, sentido casi, mil aromas, olores y sabores desde la primera a la última linea de tu relato. Un desenfreno, Orgambides, tal cual. Y tú, a dieta. Será posible…?
Y los comentarios de tus amigos? Hay alguno que casi te supera, Fernando. Que han dejado por ahí tortillas, ensaladillas de atún picante, corderos al zikiro, alubias con sacramentos, txangurros, caracoles a la llauna… y anécdotas entrañables, como la que relata nuestra Carmentxu, que hace del Arzak lo que siempre ha sido y muchos desconocen: a pesar de estar en boca de los grandes de Hollywood y tener mil estrellas Michelin, más allá de los menús exquisitos y sus precios de alta gama, el txoko de su cocina sigue oliendo a putxero de hierro y guisos cocinados a fuego bajo, a humildes sopas de ajo y pescado del día, a matanza y a sangrecilla, a vueltas y vueltas de cuchara de madera para que el arroz con leche y canela no se pegue, sigue oliendo como huele la cocina de verdad. Pero bueno, no es esto lo que yo te quería contar…
No negaré que yo tengo también mis favoritos en este universo de la buena mesa, como todos, como cualquiera. Pero mi particular ruta-del-gourmet no sería tal, no al menos una ruta al uso y que poder recomendar a los demás. Y es que mis txokos preferidos, aquellos que ni se olvidan ni quiero, más que a la exquisitez del plato o el buen hacer del cocinero, están directamente unidos al recuerdo de las personas que me acompañaban, a la razón o al sinmotivo que nos hizo tener, o buscar, o provocar la oportunidad de disfrutar, solos o en compañía, de esa comida o aquella cena. Pero sobre todo, estan unidos a la conversadera de antes, durante y después de sentarnos a la mesa o tomarnos la tapa y el vino de taberna, de mostrador en mostrador.
Sin embargo puedo ser más objetiva que todo eso y comentar, por ejemplo, que mi hermano no se equivocaba cuando me dijo, sin admitir ni un solo pero, que el mejor bacalao que se come en el mundo-mundial es del Bola Viga de Bilbao… increíble! Dicho sea esto con el permiso del Guria y sus incondicionales… O decirte que, tampoco para mí, habrá nunca kokotxak como las que preparaba Mari Carmen en de La Hermandad de Pescadores de Onyarbi. Por cierto, este txoko nuestro, me lo confirman, estrena nueva firma en su cocina para dentro de nada, un discípulo que fue de Manolo Iza, que siendo uno de los grandes nunca se preocupó de nombre y renombres y que ha dicho adios a los fogones desde el Ibaiondo de Irun, hace solo unos días.
En fin, que de todo hay y mucho bueno. Así, con sólo buscar, como aquél que dice, a la vuelta de la esquina… Y quien tenga alguna duda, que se dé un paseo por tu relato de hoy. Y luego nos cuente.
Recuerdo que los mejores chipirones en su tinta de mi vida no los comí en el País Vasco sino en Valencia, en el restaurante Gure-Etxea. Creo que está en la calle Almirante Cadarso, que lo sé porque justamente al lado vivía un buen amigo mio y la patrona del restaurante era por supuesto vasca, como sus dos hijos, y aunque han pasado ya por los menos diez años que no piso ese comedor, creo que se llama Edurne. No se si algunos de los seguidores de este blog han estado allí y pueden ratificar lo que digo. Estaban exquisitos, sí señor.
Me abren el apetito todos los lugares por los que con la imaginación he ido pasando a medida que iba leyendo, pero me han faltado los postres, un suizo en la granja “Petritxol”
Y que me diciis queridos lectores, no hace un “pulpo a feira” en cualquiera de las ferias de Galicia, o unas ostritas en la Piedra de Vigo.
De acuerdo con tu artículo en los recorridos que haces por estos sitios tan emblematicos de la ciudad y coincido con algun comentarista que no son los lugares donde mejor gastronomía tienen, pero si son lugares emblematicos que quizás ya por la popularidad dada han dejado de ser tan encantadores, aún así de tanto en tanto y aprovechando la visita de alguien de fuera es un placer degustar ese foi a la plancha con cebolla en el Vaso de Oro regado con una buena cerveza o esas patatas bravas,aunque para ello tengas que armarte de paciencia y no dejar de pensar que ese es el precio de la fama…quiero agradecer también a tus comentaristas que gracias a tu artículo y a sus comentarios me permiten elaborarme una guia gastronómica digna de un gourmet y que me permitiran descubrir sitios que estoy segura luego me quedarán como referencia en el buen comer…y para no ser menos y aportar mi granito de arena yo también recomendaría los arroces de la Qtxara en la plaza de la Monjas en Huelva o el arroz a banda de S’Espartar en Ibiza uno de los mejores que hasta ahora he podido degustar, claro que todos ellos no serían lo que son sino fuera por las personas que están al frente que saben combinar la cocina con el buen estar, para ellos el reconocimiento.
me parece muy práctico e interesante, felicidades