Madrid, domingo 27 de junio. Dos de la tarde. Voy de regreso a casa después de pasar un rato en el mostrador de Casa Ciriaco. Que es un local centenario de la calle Mayor desde cuyo edificio el anarquista Mateo Morral atentó contra la comitiva nupcial de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg el 31 de mayo de 1906. Una bomba camuflada en un ramos de flores que hizo estragos entre el séquito y la muchedumbre. 23 muertos. Episodio trágico que recuerda esta vieja taberna madrileña -tan presente después en la vida del pintor Ignacio Zuloaga– con algunas copias fotográficas que cuelgan de sus paredes. Y también de manera oficial el municipio mediante un monolito levantado en los años 60 que se ubica en el otro lado de la calle Mayor, justo frente a la catedral castrense. He estado conversando -entre cañas de cerveza y chatos de vino- con Antonio López Fuentes, sastre de grandes toreros, y Francisco Román, propietario de Don Paco. Establecimiento sito en la calle Caballero de Gracia que tiene fama por ser donde mejor se fríe el pescado en Madrid. A la manera andaluza, haciendo gala del origen de su veterano patrón. Que es de Jerez de la Frontera, pero que reside desde 1950 en esta capital. Donde fue maître de El Duende. El legendario tablao propiedad de Pastora Imperio, la bailaora de los ojos verdes. Y que regentaba su yerno, Rafael Vega de los Reyes, Gitanillo de Triana. Hoy domingo cierra Don Paco. Y por eso ha acudido a Casa Ciriaco junto a Antonio el sastre. Con pena, hemos recordado en amena tertulia locales emblemáticos de Madrid que se han ido para siempre. Como El Cortijo, que estaba en la calle Arlabán y dirigía Paco Orcha. Gran amigo de mi padre. Y a quien visité nada más aterrizar en Madrid en el otoño de 1974. Recuerdo que me recibió con una copa (en catavino) de Gaditano, que era un vino fino de la Casa González Byass -de 15 grados y etiqueta verde- muy popular entonces en las tabernas andaluzas de Madrid. En otro momento llamadas colmaos. Que fueron muchos y variados. Como Casa García, en Embajadores. Que despachaba Jerez especial para enfermos. O el ya transformado Villarosa, que todavía conserva los azulejos exteriores de Romero Mesa. Y que fue fundado como freiduría en 1914 por tres taurinos, el matador sevillano Alejandro Alvarado Alvaradito y los picadores Manuel Cárdenas Céntimo y Antonio López Farfán, este último de Málaga.
Era El Cortijo un local de vigas y ventanas de color verde. Y suelo de madera. En el que destacaba una galería de fotos entremezcladas con cartelería taurina célebre. Que daba abrigo a un conjunto de mesas y sillas de anea del mismo color decoradas con motivos flamencos. Y que me recordaba a otra histórica taberna -ésta gaditana- ya desaparecida. La Privadilla, en la plaza de Gaspar del Pino. Que ya existía cuando se redactó la Constitución doceañista. Muy cerca de El Cortijo se encontraba una tienda de grabados y libros antiguos regentada por un matrimonio. Ella de nombre Isabel. Belleza gaditana afincada en Madrid. E hija de Salud la del Batinao, copropietaria de uno de los meublés más distinguidos que existió en Cádiz en el primer cuarto del siglo xx. En la calle José de Dios, otrora llamada Cuesta de la Tenería de Recaño. Me contó Paco Orcha que la gente entraba en la librería siempre con excusas para observar el enorme parecido que tenía Isabel con José Antonio Primo de Rivera. Pués siempre se dijo que era hermana natural de los hijos del Dictador. Nacida de una relación de éste -ya viudo- con la tal Salud cuando estaba al frente del Gobierno militar de Cádiz. Entre 1915 y 1917, en plena I Guerra. Con estas conversaciones de tabernas a veces me siento como el que busca localizaciones para el rodaje de películas. Profesión que jamás he ejercido, pero que creo no se debe alejar mucho de lo que hago. Se lo voy a comentar a mi amigo Carlos Rosado, presidente (h) de la Spain Film Comission, para salir de dudas. Mientras tanto, voy a seguir con esta estancia en Casa Ciriaco. Donde Jacinto, el segoviano encargado del mostrador, comienza a llenar con vino de Villaconejos las frascas que van destinadas al comedor. Y de la cocina llegan las primeras fuentes con aperitivos. Empanadillas de atún. Croquetas de pollo. Tortilla de patatas. Mejillones de las Rías Gallegas.
El vino (por lo general de Valdepeñas) se distribuía años atrás en pellejos a las tabernas de Madrid. Y quedaba almacenado en los sótanos. También llamados cavas o bodegas. En Casa Ciriaco -que se inició en 1897 como almacen de vinos- se sigue procediendo así, aunque ya no con pellejos. Y es Jacinto el que hace el trasiego de bajar y subir las garrafas. Cerca de donde conversamos se encuentra la mesa en la que cenó por última vez Ignacio Zuloaga el 25 de octubre de 1945. Seis días antes de su muerte. Está tal cual. Y un discreto azulejo en la pared lo recuerda. Acompañaban esa noche a Zuloaga el torero Domingo Ortega -al que conocí ya octogenario-, el abogado y coleccionista Fernando Guitarte y el escritor y crítico taurino Antonio Díaz-Cañabate. El pintor fue asiduo de esta casa, donde se citaba con todos sus amigos de la época. Belmonte, cuando se escapaba de Sevilla. Sebastián Miranda, pintor ovetense. Y el escritor José María de Cossio, autor del tratado taurino que lleva su nombre. Zuloaga en su calidad de cliente es el otro referente histórico de Casa Ciriaco junto al atentado del anarquista Mateo Morral. Pero hay un tercero, Ángel Chicharro. Hermano de Godofredo -hoy al frente del comedor- y cuñado de Jacinto. Miembros los tres -junto a Amparo Moreno, jefa de cocina- de la familia que regenta el local. Y que fueron empleados del anterior propietario, Ciriaco Muñoz. Que es quien en 1923 bautizó con su nombre este establecimiento. Ángel falleció de forma súbita el 4 de diciembre de 2008. Lo que me impresionó porque, además de ser mi amigo, la noche anterior -martes- estuve cenando en esa casa con Francisco Giménez Alemán, Carmen Enriquez y Mónica Tourón, periodistas también como yo. Y fue Ángel quien nos despidió, después de habernos mandado unos entremeses a la mesa a modo de presente. Porque era pura cortesía. Todo simpatía. Y el artífice del plato estrella de la carta, la gallina en pepitoria. Sobre una receta con más de cien años. Este artículo de hoy va por él, pero como hombre alegre (y sencillo) que fue no le va a gustar que pueda inducir a equívoco. Y alguien confunda lo que escribo con un obituario a tiempo pasado. Así que seguiré refiriéndome a Casa Ciriaco. Que es uno de los lugares que más frecuento de Madrid. Y que desde 1973 es referente de los Amigos de Julio Camba. Tertulia que preside el dibujante Antonio Mingote en recuerdo a aquel original periodista gallego que con sólo trece años viajó como polizón a Buenos Aires. Y que fue anarquista como Mateo Morral, a quien conocía personalmente y sobre el que tuvo que declarar a raiz del atentado contra Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg justo en este mismo lugar de la calle Mayor. Cómodo con Franco desde 1936, a Camba (1882-1962) no hay que estudiarlo por esa etapa final de su vida sino por la tenacidad, la ironía y la sutileza de sus escritos como periodista. Y como viajero por todo el mundo. O corresponsal de prensa en casi diez paises. Porque sus vivencias forman parte de la historia del siglo xx. Que coronó -a modo de epílogo- residiendo durante sus últimos trece años en la habitación 383 del Hotel Palace. Pero la personalidad de Camba, y su agitado paso por este mundo, merecen una crónica aparte más allá de esta emblemática taberna madrileña.
(Fotografía: Salir.com)
Historias de Madrid que surgen un domingo junto a un mostrador
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En el blog: Casa Ciriaco: Madrid, domingo 26 de junio. Dos de la tarde. Camino de regreso a casa después de pasar … http://bit.ly/ctXl83
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Cada vez que leo algo de Madrid, me doy cuenta que no la conozco nada, que debo hacer un viaje allí y pasar por todos estos sitios que comentas en tu blog.
Un lugar ideal para tomar el aperitivo los sábados cuando paseas por la Plaza de Oriente y el Madrid de los Austrias.
Increíble pero cierto!!. Nacida en Madrid, toda mi vida viviendo aquí y todavía no he ido a Casa Ciriaco. Apuntada queda para el siguiente fin de semana. ¡Y lo bien que voy a quedar con mi hija enseñándola todo lo que nos cuentas! Gracias a este blog, cada vez tengo más cosas que hacer en mi lista de pendientes.
Querido Fernando, al leerte recibo el mensaje sobre las localizaciones que tu describes tan bien.Por cierto que soy presidente de Andalucía Film Commission y , solo presidente honorario de Spain FC. En fin, que aquí me tienes adicto a tu blog. espero verte en Cádiz o aquí en Sevilla con la que está cayendo.
Ese Mateo Morral logró escapar tras el atentado pero fue desbubierto a las afueras de Madrid, cuando huía, por un guarda jurado. El tipo se entregó pero cuando caminaba con su captor por zona campestre aprovechó un descuido de aquel, le quitó el arma, lo mató y después se suicidió. Era hijo de un comerciante textil de Barcelona y había trabajado para el ideologo anarquista en aquel momento, Ferrer Guardia, que fue encausado y condenado por este atentado aunque nada mas que cumplió un año porque fue indultado.
Este post me ha recordado algo muy bonito, la primera vez que fuí a Madrid, tenía mas o menos 10 años. Mi tía nos llevó a mi hermano y a mi en el Talgo, que entonces no teníamos AVE, nos alojamos en el hotel Plaza, y nos paseo por todo Madrid.
También nos llevó a comer a Casa Ciriaco y nos contó la historia del anarquista catalán que atentó contra los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia el día de su boda, me impacto mucho la historia.
Aunque era muy niña recuerdo perfectamente lo muchisimo que disfrute en ese viaje.
Saludos
Aquella bomba de mano debió de ser muy potente porque no sólo hubo 23 muertos sino un centenar de heridos.
Esto en cuanto a personas, porque también murieron varios caballos de la escolta militar.
Dicen que la reina Victoria Eugenia, que era inglesa, empezó ese mismo día a odiar a España porque su traje blanco de recien casada quedó abundantemente salpicado de sangre.
La comitiva real estaba ya a punto de acabar el recorrido pues había salido de la Iglesia de los Jerónimos y estaba ya llegando al Palacio de Oriente, que es donde iban a vivir de casados y el lugar en el que se iba a celebrar el banquete de bodas.
Excelentes los callos, que pá eso es plato de Madrid.
Un saludo a todos los madrileños.
Leyendo el artículo me han venido recuerdos de mi niñez, con olores y sabores entrañables de cuando mi tia abuela en Calatayud, nos hacia gallina en pepitoria tan rica o mas como la de Casa Ciriaco.
Saludos
Casa Ciriaco tiene dos comedores, separados por un pasillo donde está la cocina vista. El comedor del fondo es para mi el mejor porque parece que es de otro tiempo, tal vez de cuando lo visitaba Zuloaga, Camba o Belmonte. Me gusta de ese restaurante todo y, especialmente, esa carta de platos caseros o castizos que allí sientan aún mejor. Un saludo.
Conoci casa Ciriaco en una de mis visitas a Madrid, me estusiasmó y desde entonces cada vez que viajo a Madrid por cualquier motivo, no dejo de acercarme a Casa Cirico. Impresionante.
Conocia la historia del anarquista que atentó contra Alfonso XIII, pero desconocia lo que magnificamente nos cuentas en el resto de tu articulo.Leyendote, siempre se aprende.
Don Paco, en Madrid. Que ricas las alcachofas. O como ellos le llaman, alcauciles. Y el pescadito frito, rico, rico también. Buenos sitios, amigos.
Tu artículo además de recordarme, lo buenisima que está la gallina en pepitoria de Casa Ciriaco, me ha hecho releer la novela de Baroja, “La Dama Errante” , que había leído hace mil años, inspirada en el hecho real del atentado de Mateo Morral contra los reyes el día de su boda.
Os la recomiendo
¿DE QUE EDITORIAL ES LA NOVELA DE LA DAMA ERRANTE?
Hola GATO, La Dama Errante, está publicada, que yo sepa en mas de una editorial, yo la primera vez que lo leí fue en casa de mis padres que tienen la obra completa y la editorial se llama Biblioteca Nueva la edición es de 1946 y son 8 ó 9 tomos, y concretamente La Dama errante, está en el segundo volumen.
Se que hay una editorial pequeña, que por cierto es de un sobrino de Baroja, se llama Caro Raggio y ahí puedes encontrar novelas sueltas, pero si no te importa comprar la trilogía, que es la que yo tengo en casa y es muy manejable de la editorial Tusquets , edición 2006. y creo que vale la pena porque tienes El Árbol de la ciencia que es la mejor de la trilogía.
Espero que te sirva la información.
Me gusta mucho Casa Ciriaco porque es un lugar de encuentro de los estudiantes del Instituto Italiano cuando salen de clase porque está allí al lado. Cañas estupendas y unos pinchos de tortilla riquísimos.
¡Tendré que probar la gallina en pepitoria!
Conocí por los 70 esa taberna de La Privadilla de Cádiz, que tenía varias cabezas de toro disecadas y muchas fotografías de artistas y torerros en las paredes. Había sido un lugar que frecuentaban cantaores y artistas de la noche, pero ya en esa epoca estaba decadente y era solo bar de tapas, aunque solía cerrar bastante tarde. Había en Cádiz muchas tascas y tabernas flamencas como La Cueva del Pajaro Azul o El Burladero, que esta en los soportales de una casa. Me acuerdo igualmente de El Maestrito, en el barrio de la Viña, y del Bar Tadeo, por detrás de la Fábrica de Tabacos. Mucho ambiente nocturno tenía ese Cádiz en aquel tiempo.
Gitanillo de Triana, torero serio, hermano menor de Curro Puya e in tegrante de la terna que toreó en Linares el día que murió Manolete, el 28 de agosto de 1947. El otro torero era Luis Miguel Dominguin, intimo de Gitanillo. El pobre presenció la tragedia de Linares y años después murió junto a su yerno venezolano y marido de su hija Pastorita en un accidente de tráfico en la carretera de Valencia cuando regresaba a Madrid de una sarao que había organizado Dominguín en un campo para unos actores y actrices extranjeros que estaban rodando en España.
Por si no lo saben, Restaurante Ciriaco tiene un escudo como disitintivo que se observa en el vértice de sus platos y que fue diseñado por don Antonio Mingote.
Casa Ciriaco, es uno de los primeros restaurantes, que conocí cuando de niña, iba a Madrid con mis padres, lo frecuentábamos bastante. También Casa Paco, Moaña, La Toja, El Callejón en la calle de la Ternera , este ya no está, ahora es un chino, que pena.
Es verdad, que se van cerrando algunos,pero en Madrid me da la impresión que se conservan mas que en Barcelona, y es una pena que lugares tan emblemáticos y con tantas historias vividas entre sus paredes se pierdan.
Yolanda, lo que te pasa a ti con lugares de Madrid, me pasa a mi con Barcelona, lo que tenemos mas cerca a veces lo dejamos para mas tarde, osea que vete ya a Casa Ciriaco, yo no te recomiendo la gallina porque a mi no me gusta, pero las croquetas son sublimes .
YO CONOCI A ÁNGEL, QUE ERA UNA HOMBRE ESTUPENDO, LLENO DE VITALIDAD Y CON UN HUMOR INCREIBLE. QUERIDO POR TODO MADRID Y MUY CASTIZO, PESE A HABER NACIDO EN SEGOVIA. RECIBIA EN CASA CIRIACO COMO NADIE Y COCINABA MEJOR AUN. QUE LASTIMA SU PERDIDA, PARA SU FAMILIA, PARA CASA CIRIACO Y PARA NOSOSTROS SUS CLIENTES. LLEVABA A GALA HABER VIAJADO A BOSNIA PARA ASARLE A LAS TROPAS ESPAÑOLAS LOS COCHINILLOS SEGOVIANOS QUE EL SABIA PREPARAR CON TANTA MAESTRIA. ALLI DONDE ESTE, SERA SIEMPRE UN FENOMENO.
Jopé, 13 años viviendo en el Palace. ¿Y este Camba no tenía familia?
Muy interesante como siempre. Pero lo que mas me impresiona es la cantidad de nombres e historias que guardas en tu memoria. Como si cosieras vas uniendo hasta regalarnos un relato que me gusto mucho y que me despierta la curiosidad de conocer este lugar.
Un saludo desde Guadalajara, Jalisco.
Enrique Díaz C (Tlaquepaque Market).
Llevo muchos años yendo a comer a Don Paco, en Caballero de Gracia, y doy fe de esa buena fama del pescaito frito a que te refieres. Los adobos, por ejemplo. De Casa Ciriaco, lo mejor son los callos. Es de los sitios de Madrid más recomendables para comer este plato.
Este fin de semana he estado por la plaza de Santa Ana y pasé por delante de Villarosa, horas después de leer tu post, Fernando. Que belleza de azulejos y qué milagro que hayan llegado a los tiempos actuales tan intactos. Ojalá los propietarios de ese local lo sigan manteniendocomo está porque ya es patrimonio de todos. Muchas gracias por llevarnos con tu pluma a todos estos lugares tan fantásticos de Madrid.
Amigo Jon, nuestro querido Julio Camba era soltero. Qué bien que se lo tuvo que pasar.
No conoco Ciriaco, pero eso de la gallina en pepitoria suena muy bien!!!!
Qué sorpresa poner Casa Ciriaco y salir este blog. El viernes pasado estuve comiendo allí. Vaya callos, vaya chuletitas de cordero y vaya flan casero. Un diez para Ciriaco.
para chuparse los dedos esa gallina en pepitoria
Bueno tendré que volver a Madrid para poder probar ese rico plato del que hablas a pesar que conozco muy poco de Madrid fui de pasada veo que no conocí nada osea eso quiere decir que iré muy pronto a conocer esos maravillo sos lugares y ese famoso plato de gallina.
Sus reflexiones sobre Casa Ciriaco del que soy asiduo, son muy acertadas., sin embargo en cuanto al fallecimiento de Godo no estoy de acuerdo porque ayer mismo comparti con el . El que fallecio fue Angel que era la chispa , la alegria y la agudeza en todos los aspectos. Un saludo : Luis Diez -Andino de Castro
Fe de errores.
El lamentable error al que se refiere don Luis Diez-Andino de Castro en el comentario anterior ha quedado subsanado hoy 22 de septiembre, una hora después de ser advertido. Por equivocación habían bailado los nombre de los hermanos Ángel y Godofredo Chicharro. Muchas Gracias. Y disculpen lo ocurrido.
Estupenda referencia. Muchas gracias, ya que Madrid y sus rincones me encanta.
Solo aportar una cosa. Alejandro Alvarado no era onubense sino sevillano, de ascendencia en Benacazón. Aunque lo dice uno que es de Huelva y, este mi tio bisabuelo, terminó su carrera en mi querida tierra. En Huelva también tenemos grandes toreros.
Saludos.
Fe de errores:
Corregido también el lugar de origen de Alvarado. Muchas gracias.