Cada año en vísperas pascuales llegaba a mi casa familiar de la calle de la Torre en Cádiz un sobre matasellado en Nueva York, en Londres o en Paris que albergaba una postal navideña con una pareja de baile español. Iba dirigido a mi padre. Que la depositaba a modo de libro abierto en el bureau georgiano del recibidor tras leer su dedicatoria con cariño. En aquellos sesenta Cádiz era una ciudad recogida. Mandaba Franco, que nunca pudo con su espíritu liberal. Que yo creo que tiene más que ver con la tradición heredada de la burguesía ilustrada que con los preceptos constitucionalistas de 1812, que oficialmente es el referente histórico de su forma de convivir. Cádiz era entonces una ciudad de intramuros. Con calles estrechas de cierros y balcones diseñadas para que corriera el viento sin la fuerza con la que sopla en mar abierto. En cada esquina había una tienda de ultramarinos. Que conocíamos todos por el nombre de su propietario. Montañeses que por estas fiestas exhibían ordenadamente en sus mostradores cajas repletas de mantecados, que vendían al peso. Los Tres Reyes, de Facundo Revuelta. La Unión, de Juanito. El Sol, de Ángel Barón. Uno tras otro en la calle Cervantes, donde en parte daba mi casa. Balcón corrido aquel, desde el que yo de niño pasaba horas contemplando el murmullo de la ciudad en clave familiar de barrio. Para nosotros los escolares las fiestas empezaban con el Sorteo Extraordinario de Navidad, que mantenía a las familias pegada a la radio. La voces de esos niños de San Idelfonso cantando los premios emulaban a las del heraldo que anuncia la buena nueva. Que eran relevados en la tarde por los vendedores de Diario de Cádiz que voceban la lista por las calles de la ciudad. La lotería era el motor de arranque de las fiestas. Las mujeres empezaban a preparar la masa de las tortas y los pestiños, a la que añadían vino de moscatel y matalauva, dejándola reposar horas hasta estirarlas para el corte. Que se hacía con vasos de cristal. Exquista masa frita aquella. Enmelada. Que se adornaba con bolitas de anís. Unas sobre otras. Llorando en miel. Sobre una fuente de porcelana blanca.
Cada familia montaba su nacimiento. Con figuras artesanales de barro cocido heredadas de los abuelos. Siempre faltaba una, que mi padre reponía a ojo acudiendo apresurado al Bazar España, en la calle Columela. Proveedor de belenes de los gaditanos. Como Casa Durán, que todavía existe. O Lepanto, establecimiento juguetero en cuyos escaparates circulaban trenes eléctricos que se detenían en estaciones alpinas escarchadas por la nieve. En la calle Novena. Cerca de la antigua confitería Viena, artesanos del turrón de Cádiz. El llamador de casa sonaba más de los normal. Eran los gremios solicitando el aguinaldo. El cartero. El afilador. El fontanero. El panadero. El lechero. El niño del almacen de ultramarinos. El sereno. Que se llamaba Manolo Segura. Y que acudía de paisano, sin el uniforme de paño azul con botones plateados a juego con su gorra de plato de la que sobresalía la heráldica municipal. Colgado de llavines, que sonaban a campanilleros cuando en la noche acudía a la voz del reclamo. En la vecina plaza de San Antonio, botones uniformados con paquetería fina acudían a casa de los Pemán. De los Aramburu. De los Huart. Mientras los guardias municipales que ordenaban el tráfico procedente de la calle Ancha se hacían acompañar de cestas panaderas para recibir también sus aguinaldos. Las oficinas de Hijos de Agustín Blázquez trabajaban más que nunca acumulando hojas de pedido. Y el padre Pepito -de nombre José Serrano Hidalgo– daba las últimas instrucciones al sacristán de la parroquia de San Antonio para la instalación de la Natividad junto al atril del altar mayor. Figuras de Olot de la Virgen y San José. La mula y el buey. Y un ángel anunciador cascarillado por el ajetreo de los tiempos. Faltaba el Niño, que reposaba oculto en el despacho parroquial esperando la misa del Gallo. En el bureau georgiano del recibidor de mi casa de la calle de la Torre aquella temprana postal navideña permanecía abierta, pero ya acompañada de bolsas de peladillas, turrones de Alicante y cajas de hojaldrinas de Alcaudete. Tarros labrados con fruta confitada. Botellas de anís y brandy. Olorosos de Osborne. Vinos finos de Ruiz Hermanos. Moscateles de Primitivo Collantes. Cavas de González Duboc. Todo cuidadosamente ordenado para la primera noche festiva. Mientras dos pavos vivos aguardaban su hora final atrapados en cestas de palma junto al portón. Indultados por nosotros del sacrificio, que finalmente se producía en casa de mi abuela. Último viaje. Hacia aquel caserón próximo a la calle Nueva. Con fogones de carbón. Pesa romana. Y copa con brasa de picón despidiendo olor a alhucema.
En la esquina de las calles Cánovas del Castillo (después Presidente Rivadavia) y San José, los empleados de La Predilecta, de Mariano González, preparaban las primeras bandejas de charcutería navideña, en finas lonchas que desplazaban con diminutas paletas de madera desde la máquina cortadora. Y en la frutería de los Lombardía, junto al Cine Gades, comenzaba el ritual de seleccionar los aguacates, piñas africanas, mangos y peras de grano gordo de sus pedidos. Que Peco -boina calada, conjuntado de azul mahón– se encargaba de llevar a cada domicilio en cestos de mimbre perfectamente presentados. En la plaza de San Antonio una familia de acróbatas internacionales tensaba a modo de ensayo el cable de acero sobre el que ya en la noche escalarían uno de los dos campanarios a modo de espectáculo navideño. Y en la plaza de España, un conjunto de atracciones configuraba lo que se conocía tradicionalmente como la Feria del Frío. Con un circo para niños que cada año se instalaba en lugares remotos de la ciudad según el solar disponible. En Cádiz sólo se iluminaban sus calles elegantes. Que eran las del paseo. Plaza de San Juan de Dios. Pelota y Compañía. Nueva y San Francisco. Hasta confluir en los dos extremos de Columela. Novena y Ancha. Puestos de castañas asadas. De garrapiñadas. Rondallas con campanilleros. Cafés repletos para merendar. Escaparates con maniquies de etiqueta. Y trajes de noche. Ornamentados con botellas de champaña, dos copas a juego y variedad de confettis. Pañería inglesa para regalo. Artículos de complemento. Bolsos de fiesta. Bisutería. Panderetas, matracas y zambombas. Con el barrio de Santa María regalando música de fondo. Donde familias gitanas y castellanas sin distingo alguno cantaban villancicos flamencos mientras freían sus tortas. Pablito. Gineto. Ezpeleta. Donday. Niño de los Rizos. Alfonso el de Gaspar. Curro la Gamba. Y La Perla. Cocedero de Baro. De Ortiz. Compás de Santo Domingo. Sultanas de coco y curruscos de maní. En el Colegio Arbolí -antigua Casa del Pueblo- los títeres de la Tía Norica representaban sus autos de Navidad, siguiendo la tradición del XVIII. Eran días de vísperas. De preparativos. Que en mi casa de la calle de la Torre adelantaba aquella postal navideña ya abierta sobre el bureau georgiano del recibidor. Cuyos remitentes eran José Luis (S.) Rodríguez y Pepita Sarazena, bailarines internacionales de España. Intérpretes de Turina. De Albéniz. De Falla. Él de El Puerto de Santa María y ella de Colwyn Bay, ciudad balnearia de Gales. Pero como si fuera de la tierra. Más de veinte años llevando la danza española por el Mundo. Descubridores de Enrique Morente, que fue niño seise en la catedral de Granada. A quien incorporaron en una de sus giras a Japón. Con apenas 25 años. Formando parte de su compañía de danza. Entrañables amigos de mi padre, que los animó años más tarde a retirarse en Cádiz concluida su carrera artística. Recuperando José Luis su antiguo puesto en la Caja Nacional. Con su piso de la calle Pintor Clemente de Torres, comprado con los ahorros de tantos años por el Mundo. Tokio, Osaka, Londres, Dublín, Paris, Munich, Montreal, Nueva York. Con quienes acudí en 1988 la presentación de la Bienal Flamenca de Sevilla. Los amigos ausentes de mi familia. Con nosotros cada Navidad en aquel bureau georgiano del recibidor de mi casa. Calle de la Torre, Cádiz de mi infancia. Postal de España, Navidad añorada.
Vísperas de una Navidad remota en Cádiz
http://www.fernandoorgambides.com/2009/12/23/navidad-anorada/
Muy feliz Navidad al autor y a sus lectores, con los que coincido a menudo por este blog.
La navidad es hogareña para pasarlo con la familia y disfrutar de las costumbres y tradiciones que se hacen en ese dia tan especial.
Feliz Navidad y un venturoso año nuevo Fernando, gracias por compartir tus recuerdos e historias con todos nosotros.
FELIZ NOCHE BUENA……………..
Ciertamente es Navidad añorada, porque sólo de niño se vive tan tiernamente la Navidad. Mis recuerdos, auqnue en otra Ciudad y con otros protagonistas, sigue el mismo nostálgico camino, y hoy como tu recuerdo aquellos puestos de golosinas y polvorones en el mercado y esa mesa navideña, parada con tanto esmero, por mis queridos abuelos. Feliz Navidad.
Feliz Navidad para ti Fernando y para todos lso compañeros de blog.
El titulo de este regalo de Navidad lo dice todo. Todos tenemos unas navidades que añoramos y que recordamos, cada uno las suyas, cada una especial, la diferencia esta en saberlas describir y tu lo haces perfectamente desprendiéndose de ella, ternura, sensibilidad y amor.
Feliz Navidad Fernando y que el año 2010 sea venturoso para ti.
Dicho esto, Que detalle y adecuado para estas fechas, escribir sobre las tradiciones y costumbres de tu Cadiz.. En Cataluña son algo distintas pero el fondo es el mismo reunir a la familia y celebrar estas fiestas con los suyos y respetando las tradiciones,
FELIZ NAVIDAD A TODOS Y ESPECIALMENTE A TI FERNANDO, QUE NOS HACES PASAR TAN BUENOS RATOS.
BONITO REGALO DE NAVIDAD ESTE ARTICULO GADITANO DE EPOCA EN FECHA TAN IDONEA.
MUCHAS FELICIDADES PARA TODOS.
Me ha encantado este articulo de Cadiz, mi ciudad preferida. Feliz noche al autor y a todos los seguidores del blog.
Me has dejado impactada con este relato por la cantidad de recuerdos que con las que nos regalas tus navidades. No se qu ¡e edad tengas pero yo que tengo 30 no me acuerdo de tantas cosas en mis navidades solo tengo el recuerdo de que eran muy llenas de amor. y qye sant a claus me traia muchos regalos. Creo que aqui esta la diferencia, Para mi era mucho mas importante la lleegada del santa claus que lo que me rodeaba. Y, a hora con tu relato me doy cuenta de cuanto me perdi. Gracias
Navidades añoradas con los aromas, colores lugares, saabores, las tarjetas de navidad todas formadas en la chimenea o en alguna parte de la casa que se vieran. Y nuestra ciudad il uminada y libre para expresar la felicidad o la tristeza de sus ciudadanos. Algunos con una memoria prodigiosa que recuerda nombres lugares historias y nos transmite esa añoranda NAVIDAD. de nuestra niñes . Nos gusta???? o preferimos que pase rapidito para no extrañar a los que ya no estan y lo que ya nunca tendremos . La ilusion……
Mi Navidad añorada, sin duda es cuando me sentaban en la mesa de las niñas, eramos cuatro niñas, yo era la mayor de la mesa, eso me daba cierta autoridad. En la otra mesa la principal se sentaban mis abuelos, tíos abuelos, mis padres, mis tíos, los primos solteros, nunca menos de 25.
Cuando pase a la mesa de los mayores mi Navidad ya no volvió nunca a ser igual, habían quedado espacios vacíos y yo había dejado ya de ser una niña inocente, tenía ya 8 años.
Feliz Navidad y un buenisimo 2010, a todos, y a ti Fernando que nunca dejes de escribir ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
De la mas añorada Navidad de mi vida, han pasado ya 14 años, lejos de casa en México, pero con alguién muy querido y que me hizo sentir muy feliz.
Os deseo a todos unas Felices Fiestas¡¡¡¡¡
Me encanta la Navidad, cuando era niña la gozaba mucho, y ahora la disfruto viendo a mi niña.
Feliz Navidad a Fernando y a todos los amigos del blog.
Fernando, que me recomendaran tu blog ha sido estupendo, lo paso muy bien leyendolo.
Me ha gustado mucho tu Navidad añorada, me recuerda en lo esencial a la de mi infancia.
FELICES FIESTAS A TODOS ¡¡¡¡
Extraordinaria narracion que me recuerda tiempos de juventud vividos en Cadiz. Felices Fiestas.
Hoy me ha emocionado mucho tu articulo pues nos llevas a unas navidades en blanco y negro, cuando la television no interferia el ambiente familiar, las mujeres se reunian jubilosas en torno a la cocina y cualquier motivo que anunciara las fiestas nos llenaba de ilusion, como aquella postal recibida del extranjero a la que te refieres. Tomas de referencia Cadiz, pero el retrato que nos trasladas podria ser de cualquier rincon de nuestro pais. Feliz dia y lo mejor para todos. Especialmente para ti, don Fernando.
Que paseis todos una feliz Navidad que 2010 sea un buen año y que Fernando nos siga deleitando con su blog.
Me ha encantado tu blog tan lleno de historias y de recuerdos, y muchisimo los dos ultimos post con historias de navidad. Lo voy a recomendar a varios amigos. Un saludo. L.P.
La navidad en Bogotá es muy diferente a las navidadades que he vivido en Europa, ya que en Colombia se viven con toda intensidad la tradicion basada en el relato del nacimiento del niño Jesús. Así se espera que ocurra desde el siete de diciembre, cuando se empiezan a encender los alumbrados en todas las ciudadades de Colombia, pero se vive un alumbrado espectacular, es un gran escenario de luces, multicolores, una caravana de luz que recorrerá todos los sitios y rioncones de cada ciudad, para llevar la alegría de esta época.
Siempre vivo con nostalgia esta época, y me gustaría estar en Colombia, porque creo que se vive con más espirtiu y alegria la navidad.
Una feliz navidad a todos los lectores del blog.
Nos haces una excelente descripcion de la Navidad en Cadiz que se asemeja mucho a la de la decada de los 60 en mi Granada natal. Ya se han perdido muchas cosas, pero gracias a tu memoria prodigiosa y a tu literaria pluma unos pueden conocerla y otros recordarla. Mi mas cordial enhorabuena por esta serie de articulos que nos acostubras en tu blog.
VIVA EN DONVE SE VIVA, LA NAVIDAD ES BELLA Y HERMOSA, Y SOBRE TODO SI SE PASA CON LOS SERES QUE TU QUIERES. Y SI NO LOS TIENES CERCA, ES LA EXCUSA PERFECTA PARA VISITARLOS.
FELIZ NAVIDAD A TODOS Y A TI FERNANDO POR LLENARNOS DE ALEGRIA CADA VEZ QUE TE LEEMOS.
Es la mejor época del año, y sería genial revivirla cada año para no tener que añorarla. Lástima que es un útopico, los años pasan, la gente no está y nosotros crecemos.
Un saludo al autor, es la primera vez que leo este blog.
Desde Buenos Aires, Republica Argentina, un cordial saludo. Me encantan sus postales literarias, muy en especial esta de la Navidad de otros tiempos en su tierra de infancia, Cadiz. Leo habitualmente sus postales y son de gran calidad. Le felicito.
Lorena S.
Que recuerdos tan entrañables, en Cádiz, Barcelona, Burgos ó Alicante, así eran las navidades tal y como las describes, en tu Navidad añorada. Me has hecho recordar momentos muy bonitos de mi infancia.
Felices Fiestas a todos.
Sigo tu blog, hace ya unos meses, me gusta mucho como escribes y la variedad de los temas que eliges, este además de muy apropiado refleja las navidades de una época en la que me he sentido muy identificado.
Feliz Navidad
Feliz Navidad y que 2010 sea un año bueno para todos.
Gracias Fernando por este blog.
Hasta el año que viene, me voy de vacaciones.
Me ha gustado tu Navidad añorada ¡ se parece tanto a la mia ¡ He recordado momentos muy bonitos.
Deseo que ocurran muchas cosas buenas a ti y a todos tus lectores, en el año próximo.
Gracias, por escribir
andalucia es especial para celebrar la navidad, con sus campanilleros en malaga o sus zambombas en jerez de la frontera, que son un verdadero derroche de arte y que hemos podido ver en madrid recientemente en un espectaculo al aire libre. me gusta mucho este blog y sobre todo esos articulos que recuerdan tiempos pasados, costumbres perdidas y habitos que ya no se llevan, como esas tortas fritas que ahora te la venden hechas o los pavos de engorde para matanza que vienen ya sacrificados y congelados, a lo mejor como sobrantes de los del dia de accion de gracia en estados unidos. otra de las costumbres que me gustan y permanecen vivas es la de visitar belenes, muy arraigada en sevilla. asi como toda la confiteria de navidad, polvorones y mantecados en estepa y antequera, roscos de vinos de rute, hojaldrinas de jaen, tortas de aceite de alcala de guadaira, pan de cadiz, ademas de todos los productos sin complementos artificiales que elaboran cuidadosamente las monjas de los convento de clausura andaluces.
feliz 2010 y mucha salud a todos.
adolfo
Llorando en miel. Ummm! Me recuerdan los platos de “chubaquia” en las medinas de Marruecos. Qué rico! Tu articulo, estupendo, Fernando, muy propio de estas fechas, aunque dulce también en literatura. Me ha gustado mucho el de los mazapanes mexicanos, con la historia del exiliado de Toledo errante por las calles del DF buscando comprador de sus productos caseros. A ver con qué nos sorprendes para Nochevieja. Un abrazo.
Querido Fernando, tus recuerdos de navidad infanfil en la calle de la torre son los míos de la calle san José; las mañanas en la plaza viendo los pavos, comprando panderetas.He pasado un gratísimo rato leyéndote…con tu memoria extraordinaria y la prosa tan amena. Un abrazo
Feliz Navidad a todos los que nos deleitamos leyendo este blog, y espcialmente a ti Fernando por permitirnos drisfutar con tus vivencias. He he vuelto a estar en la Piazza navona, en el puerto del Escudo, en los valles pasiegos. Otra vez gracias. y Feliz año 2010 para todos.
Hola!
Todas estas historias narradas por ti son muy interesantes porque aprendo cosas desconocidas de Espana y me ayudan a mejorar mi espanol. Soy de Casablanca y un amigo que vive en Barcelona me ha recomendado tu blog como lectura preferente.
Gracias.
Hassan
La navidad es una fecha muy familiar, que nos traen muchos recuerdos, pero yo creo que la mejor navidad es la que pasamos en nuestra niñez o al menos para mi por que me daba mucha ilusion pasar las fiestas en familia pero luego cuando estas lejos de ellos no es lo mismo.FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑOS NUEVO FERNADO que sigas compartiendo con nosotros tus historias.
los gaditanos son gentes estupendas que se lo pasan tela de bien con sus fiestas, muy en particular en esos carnavales tan magnificos que tienen y que saben disfrutar como nadie.
entiendo por tu articulo tan bien narrado que estas fiestas familiares que ahora celebramos son tambien bulliciosas y no de ahora sino desde los tiempos en las situas.
navidades sin alegria no merecen la pena, asi que felicito a los gaditanos por celebrarlas tambien en la calle.
quiero ir a cadiz en febrero por carnavales. he estado otra vez y me lo he pasado muy bien.
hice amigos con los que chateo de vez en cuando y ahora mismo les voy arecomendar tu blog.
mucha felicidades y enhorabuena. me gusta todo lo que ecribes y los comentarios q provocas en tus seguidores, a los que me sumo desde hoy. sé de tu blog por un amigo de malaga que te sigue desde que empezaste en twitter.
saludos desde granada.
isaac m. b.
Para mi hay dos épocas en la vida respecto a las navidades , cuando eres niño y tienes toda la ilusión y cuando dejas de serlo y a la vez tienes niños y tienes que transmitirles las tradiciones y la ilusión, la vida es una cadena.
Felices Fiestas a todos.
Las navidades, son unas fechas muy entrañables, yo las he vivido siempre con gran ilusión, me encantaba poner el Belén con todas sus figuritas, incluyendo al “caganer”, decoraba toda mi casa, ponía un árbol súper grande, luces, regalos, etc., pero que distinto es todo cuando en la mesa falta alguien.
Feliz año nuevo, espero el 2010 sea mejor para todos
Zorionak eta Urte berri on!! Feliz Navidad a todos y todas!! Las navidades me dan felicidad, añoranza, … como tu bien dices muchos recuerdos. Pero sobre todo, echo de menos los nervios y la magia que nos daba el Olentzero -un carbonero mitológico que trae los regalos el día de Navidad-; pero que volveré a revivir de otra forma, con un bebe que acabo de tener. Feliz 2010!!
soy marroquí y no celebro la navidad, pero vivo en Barcelona hace mucho y me gusta el ambiente que se vive estos dias en calle, nosotros si celebramos el año nuevo en familia y me gusta mucho.
Fernando, siempre leo tu blog me lo dijo una amiga de Barcelona, aprendo muchas cosas tambien español
FELIZ 2010¡¡¡¡español.LIZ AÑO FELIZ AÑOf
buenos dias
soy aicha, te escribo desde casablanca, estudio farmacia en sevilla. ahora estoy de vacaciones en casablanca, hoy el dia es mu bueno, hace cqlor, mucho sol, aqui no se celebran navidades, soy de las pocas estudiantes marroquis que puedo pasear, comprar cosas, estar con la familia, hasra cinco de enero aue regreso de nuevo a sevilla. me gusta como los espanoles pasan sus fiestas, con sus regalos, arboles de navidad y dulces. en casablanca si vamos a celebrar entrada de ano con reveillon. he estado en diciembre en cadis, pqseo por su playa, muy graande, como las de marruecos. tiene que ser muy bonita alli navidades, como tu la cuentas.
gracias, seguire leyendo este blog que me recomienda hassan
ENHORABUENA POR ESTE BLOG.
FELICIDADES AL AUTOR POR SU BUEN GUSTO, POR SU EXQUISITES, POR SU SENSIBILIDAD.
SOS UN GENIO CON LAS LETRAS, UN MAGO CON LOS SENTIMIENTOS, AGRADEZCO A UNA AMIGA COLOMBIANA SUGERIRME ESTE BLOG, ME TRAES LA NOSTALGIA DE MI BUENOS AIRES, DE MI GENTE QUERIDA DE MI FAMILIA, PERO TAMBIEN ME TRAES LA ALEGRIA POR ESTAR EN ESTE PAIS TAN MARAVILLOSO. UN SALUDO
Es muy bonito todo lo que escribes yo siempre que puedo lo leo y ahora quiero desearte a ti y a todos un Feliz año nuevo.
Maravillosa Navidad la de tu tierra, poco difiere de la mia, envuelta en angulas y escamas. Preciosa evocación
OH! recuerdo que mi padre decia cuando era muy joven que con el paso del tiempo las navidades se me juntarian, en cambio cuando se era niño, las el esperar las navidades eran eternas, y al recordar esta frase, veo que tenía mucha razón.
En mi infancia, el esperar esta época tan añorada era casi un siglo, el pesebre, las luces, la comida de mama, ahora, digo otra vez navidad jajaja, pero el recordar mi niñez y juventud al lado de mi familia, es maravilloso.
Lástima que ya todos tengamos un camino distinto y algunos no estén, pero aún los recordamos.
Estoy lejos de casa, y es nostalgica la navidad sin tu familia, pero estoy de inercambio en España por 6 meses y es algo diferente. No es lo mismo, pero como experiencia es divertido.
El Irun de mi infancia… Navidad añorada.
EGUBERRION, amigo mío. FELIZ NAVIDAD!!!! Y mil besos.
Querido Fernando: Esta tarde he coincidido con tu hermano Curro tomando café y al preguntarle por ti, me habló de tu nuevo blog. Desde que llegué a casa, he estado leyendo todo lo que has escrito en estos meses y como siempre, he disfrutado muchísimo leyendo tu facil prosa, tu sorprendente memoria y tus cálidos recuerdos.
Te felicito por esta nueva iniciativa y coincido con el comentario de Carlos Rosado.
Un fuerte abrazo y espero nos veamos pronto.
Ignacio Moreno.
cuantos recuerdos familiares, de la calle flamenco, de torre, de cobos, y de toda la familia junta no solamente en navidades sino toto el año, un dia nos podiamos reunir para recordar, pues como soy mas viejo que tu conoci algunas cosas que tu no vivistes.
un fuerte abrazo.
fernando mil gracias, cuanta añoranza de mis navidades en cadiz con mi familia, eramos siete hermanos y eran grandiosas con las matracas, panderetas que ibamos a comprar a la plaza de las flores y cantabamos tantos villancicos, mientras mi madre hacia las tortas y los pestiños, te has acordado de la tia norica yo vivia en la calle arboli y me sabia todo el repertorio y el otro dia le estaba explicando a mi nieto las actividades que hacian en san antonio es maravilloso y mas cuando se vive lejos de tu tierra muchas gracias