Buenos Aires

En Buenos Aires existe una plazoleta rodeada de palmeras canarias que está dedicada al ex primer ministro israelí Itzhak Rabin. Pasa desparecibida porque se trata de uno de los cruces peatonales de la Avenida 9 de julio. Muy cerca del Centro Argentino de Ingenieros. Y del Teatro Colón, que es uno de los mayores auditorios de ópera del mundo. Rabin apostó por la paz. Y su osadía le costó la vida. Los judíos van regando su historia allá por donde se establecen. Pero no lo hacen porque sí. Justamente cerca de esta plazoleta estaba la embajada de Israel que fue destruida en 1992 por un coche bomba (29 muertos y 252 heridos). En Buenos Aires reside la colonia judía más importante de América Latina. Pese a ello, en la década de los 40 la ciudad (y también el resto del país) se convirtió en un refugio seguro para muchos criminales de guerra nazis que huían de Alemania. El general Perón protegió a los nazis. Y después Franco protegió a Perón. Pienso que Perón forma parte de la historia, pero en Argentina hay quien insiste que es presente. Como hay también quien quiere que regrese Evita. Cristina ha levantado dos gigantescos murales de Evita en la Avenida 9 de julio, justo en el edificio que alberga el Ministerio de Desarrollo Social. Y frente al Obelisco, que es donde se izó por primera vez la bandera argentina (1812). Cada día que pasa es más clarividente el deseo de Cristina de sentirse Eva. El populismo transforma a los políticos. Y los emborracha de poder. Paseo por estos lugares camino de la Avenida de Corrientes con el libro Al pie de la Letra de Alvaro Abós. Es la mejor guía literaria que conozco sobre Buenos Aires. Y en ella cuenta que en los años 20 los ex presidentes argentinos hacían vida normal mezclándose con la ciudadanía. Y frecuentando cafés, teatros y librerías como cualquier otro transeunte. Fue el caso de Marcelo T. de Alvear, que solía andar sólo por la calle. Y acudía a veladas literarias de jóvenes poetas. Muchas sorpresas se llevaría Cristina si anduviera sóla por la calle. Si fuera de noche, se encontraría las mejores esquinas de la ciudad ocupadas por indigentes que duermen entre basuras. Y si es de día, no habría calle del centro capitalino libre de ruidosas manifestaciones de hartazgo ciudadano. Pero a la presidenta de Argentina le avala el 53,7 de los votos. Y nueve años ya de kirchnerismo.

Cristina a un lado, Buenos Aires es una de las ciudades más hermosas de América. En Corrientes, y uno frente a otro, se encuentran el Teatro Lola Membrives -antiguo Cómico– y el Multiteatro, que dispone de cuatro salas. Y por lo tanto ofrece cuatro representaciones diferentes al día. Lola Membrives fue una gran actriz argentina, aunque hija de españoles. Los hermanos Machado escribieron para ella en 1928 La Lola se va a los Puertos. En 1933 estrenó Bodas de sangre aquí en Buenos Aires aprovechando que Federico García Lorca pasaba una larga estadía en Argentina. Y en 1965 -cuatro años antes de su fallecimiento- representó en el Teatro Odeón de la vecina calle Esmeralda Los verdes campos del edén de Antonio Gala, entonces joven (y novel) dramaturgo. Lorca se alojó en el Hotel Castelar, en el 1152 de la Avenida de Mayo. Todavía sigue en pie este establecimiento, que ha convertido la habitación 704 que ocupó el poeta en un cuarto-museo abierto al visitante. Pero no sólo el hotel recuerda a Lorca en la capital porteña, sino también una clásica sala de cine en la Avenida de Corrientes -en la intersección de 9 de julio con Callao- que lleva su nombre. Cuando el trasatlántico italiano Conte Grande que trasladaba a Lorca desde Barcelona a Buenos Aires estaba a punto de entrar en aguas argentinas  recibió un telegrama de los poetas locales que decía: “Tu llegada es una fiesta para la inteligencia”. Federico frecuentaba el Café Tortoni en la Avenida de Mayo, creyéndose estar en el Suizo de Granada. Coincidió con Neruda, que era cónsul de Chile en Buenos Aires. Y concurrió a las fiestas que organizaba el potentado director del diario Crítica, Natalio Botana, en su quinta de Don Torcuato. Cuyos sotanos habían sido pintados por el mexicano David Alfaro Siqueiros. Las mantas ocupan las aceras. Y otros espacios peatonales de estas calles céntricas de Buenos Aires. Lo mismo encuentro a un vendedor ocasional de antigüedades. Lanas. O baratijas. Que a otro que exibe una colección de muñecas Barbie. Observo bolsos con imágenes estampadas de Evita, Marilyn y Frida. También una colección de libros viejos, encabezados por La Rebelión de las Masas. De Ortega. Y no tan viejos, como La guerra de las mariconas. De Copi (Raúl Damonte Botana), nieto de Natalio Botana. Un joven pregona un folleto con la nueva ley del Servicio Doméstico. Y un camión con altavoz convoca a los jubilados a reivindicar por la vía judicial, y desde la Plaza Lavalle (sede del Tribunal Supremo), la actualización de sus pensiones. El Teatro Presidente Alvear anuncia en cartel a la bailarina Mora Godoy en el musical Chantecler Tango. Y en la Librería Hernández se incluye entre las obras más leídas Historia de la homosexualidad en Argentina, de Osvaldo Bazán. El viejo (y revolucionario) Café de la Paz, en Corrientes con Montevideo, es un remanso sin la bohemia. Está restaurado, pero sus ventanales siguen siendo los de antes. Mientras apuro un cortado leo en Clarín que el 24 actúa Miguel Poveda en el Teatro Opera City.

El asfalto es una jungla cuando atravieso las principales calles céntricas en busca de la Plaza de Mayo. Que es donde se encuentra la Casa Rosada (Presidencia de la República). Y la Pirámide de Mayo, el primer monumento que se levantó en la capital porteña. Los espectaculares furgones blindados de Prosegur (y otras compañías) se van concentrando junto a las oficinas bancarias para proveerse de las primeras sacas con dinero en efectivo. Y un ratero en moto le arranca el bolso a una mujer de mediana edad junto a la calle del Perú aprovechando que está atestada. Lo que sorprende a los ambulantes, algunos de los cuales emprenden sin éxito su persecución. Mientras el resto se queja a gritos a un policía de este tipo de delincuencia. La Puerto Rico de la calle Alsina despacha sus primeras empanadas de carne. Pollo. O verdura. Y la Librería de Ávila muestra en su escaparate una foto de la última visita a Buenos Aires de Baltasar Garzón. El Palacio del Cabildo y la vecina Iglesia de San Ignacio de Loyola son dos de los edificios más antiguos de Buenos Aires. El Cabildo es hoy un museo. Y se encuentra en la misma Plaza de Mayo, que primero se llamó Plaza Mayor. Y después de la Victoria. Fue también prisión. Y en su interior -hoy reconvertido en museo- se cuenta que en tiempos de la colonia los actos delictivos más comunes en la ciudad fueron el homicidio, el robo y la práctica de juegos prohibidos. Esto en cuanto a hombres, puesto que a las mujeres se les perseguía de igual manera caso de haber cometido adulterio. O haber ejercido la prostitución. Cada castigo tenía una relación proporcional con el delito cometido. Así que las penas iban desde los azotes al empleo de grilletes, cepos y torturas a través del potro o la garrucha. Como última instancia estaba la horca. La independencia no abolió estas prácticas. Tampoco la Constitución de 1853. Hubo que esperar al Código Penal de 1866 para erradicarlas. Es otoño en Buenos Aires. Los días son luminosos. Y las noches de momento discurren templadas. La Plaza de Mayo es el principal testigo de la construcción de la nación argentina, pués en ella se han sucedido los principales acontecimientos relacionados con su joven historia. La pirámide data de 1811, pero fue modificada ulteriormente. Y hoy está rematada por una alegoría de la Libertad tocada con gorro frigio. Buenos Aires olvida a unos, pero no a otros. Entre estos últimos se encuentra Carlos Gardel. Existen dudas sobre su lugar de nacimiento. Unos dicen que llegó a esta ciudad desde Tacuarembó, Uruguay. Y otros que desde Toulouse, Francia. Pese a ello, creció en estas calles. Gardel es el tango. Y Buenos Aires es Gardel. Como Jorge Luis Borges es el poeta que con más pasión ha cantado a la ciudad. Borges fue el alma de la recientemente cerrada Confitería Richmond. Mientras que Gardel es la leyenda del Café Tortoni. El establecimiento más famoso de la cuenca del Plata. Sé que por los salones del Tortoni permanece también el espíritu de Ramón Gómez de la Serna. Mito (y gloria) de las tertulias del Pombo. Y me dirijo hacia allí a ver que encuentro de este automoribundo de España. Gómez de la Serna escribió que nada se parece tanto a la Luna como la mesa de marmol de un café.

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    31 opiniones en “Buenos Aires”

    1. Pues si Fernando (Cristina a un lado) Buenos Aires es una de las ciudades mas bonitas del mundo. Me gustaría muchisimo volver a visitarla . Pasalo bien ¡¡¡

    2. BA maravillosa ciudad que merece la visita aunque solo fuera por ver sus librerias y esplendidos cafes.!

    3. preciosa ciudad ,me gustaria volver ,pase dias estupendos sus cafes que suelen estar en chaflanes ,sus teatros ,me gusta mucho

    4. Nunca he tenido atracción por Buenos Aires, sera porque mi padre de soltero, fue a buscar fortuna como muchos catalanes y a él no le fué bien, (a los otros, si, hicieron allí raices e incluso murieron en su nueva patria), no así a mi padre que nos contaba historias tristres y oscuras de Argentina.
      Leyendote, y pensando que en la actualidad, alli y aqui, han cambiado los paises, he tenido ganas, sensación -o llamalo como quieras- de conocer esta capital que cierto debe ser maravillosa.

    5. Visita la Galería Güemes, en la intersección de Florida y San Martín. En uno de los departamentos del edificio residió Saint-Exupery. Cortázar describió el pasaje que allí se encuentra como la caverna del tesoro en que deliciosamente se mezclaban la entrevisión del pecado y las pastillas de menta, donde se voceaban las ediciones vespertinas con crímenes a toda página y ardían las luces de la sala del subsuelo donde pasaban inalcanzables películas realistas.

      Buena estancia.

    6. Que envidia Fernando¡ Pero, bueno estoy en Sitges y he comido una parrillada en un restaurante en la Playa de San Sebastian que se llama BUENOS AIRES, menos es nada. Pasalo bien.

    7. Desde que me acuerdo se hablaba de Argentina como la tacita de plata de America, Nunca he estado y me hubiera gustado ir cuando los presidentes caminaban por las callles o cuando Lorca desembarco o mejor cuando Gardel cantaba (adoro los tango ) y ver como Siqueiros pintaba , En fin, sueños son y nada mas, Le tengo un gran respeto a la Plaza de Mayo y lo que representa. Pero siempre hay una mosca en la tacita, antes Peron y ahora Cristina.
      A

    8. Federico es el poeta español más leído de todos los tiempos. De su viaje y estancia en Buenos Aires tenemos episodios interesantes. Se embarcó en 1933 y tenía que estar sólo un mes. La gran acogida y los éxitos clamorosos lo retuvieron varios meses más.
      Se instaló, en efecto, en el hotel Castelar, en la avenida de Mayo. Su habitación era tan reducida d espacio, que nos cuenta tener la sensación de estar aún en el camarote. Pero estaba en la zona predilecta de la comunidad española de Buenos Aires, llamada incluso popularmente: avenida de los Españoles. Se sentía a gusto, satisfecho y contento de su éxito: “en esta enorme ciudad, tengo la fama de un torero”
      De sus múltiples relaciones literarias, deestaca la amistad y reconocimiento de Neruda, quien definió su obra como “el apogeo más grande que un poeta de nuestra raza haya recibido”. En el teatro Avenida, Lola Membrives representa “Bodas de sangre” y “La zapatera prodigiosa”. Ella está encantada y gana mucho dinero con ello. Pero Federico, aunque reonocía su mérito, siempre se inclinó más por Margarita Xirgu. La prueba es que en cuanto pudo le dio la representación de sus obras. La consideraba una diosa del teatro y la tenía en un pedestal. En cambio, curiosamente, existió una antipatía mutua entre Borges y él; eran sencillamente incompatibles…¿Por qué? Quizás por disputarse el protagonismo.
      Entretanto le llegaban noticias de España. La situación política le estaba inquietando. Triunfan, como se temía, las derechas de Gil Robles. Empieza a estar muy preocupado.
      Cuando pienso en Federico, reuerdo de manera especial este viaje y estancia en Buenos Aires. Primero por las fechas, que acercan a su tragedia. Y además, porque se sentía feliz y contento. tenía éxito, estaba agasajado y ganaba dinero. Esto último le confortaba para no seguir dependiendo de sus padres.
      Suerte en la vida y en las relaciones personales, tuvo muy poca. Casi como excepción figuran estos meses.
      Con triunfo, con dinero y con un éxito de escándalo, embarca de regreso a España. Me imagino esta travesía: alegre, chistoso, con su don de gentes…ignorante de su cercana tragedia. Pero me pregunto: ¿ignorante del todo? Creo que no. estábamos ya en marzo de 1934. Miraba el horizonte que le acercaba a España, pero en el cielo vislumbró una nube oscura, negra, amenazante. E
      Él era muy supersticioso. Estoy segura de que entendió el mensaje. Su futuro se estaba oscureciendo. Tal vez él se diera cuenta…estoy convencida de que así fue.

    9. Por un momento he soñado, que Federico nunca tomó el barco de vuelta a España. Lo he visualizado triunfando en los teatros de Buenos Aires y departiendo en el Café Tortoni con Neruda.

    10. No olvides visitar el cementerio de La Recoleta y después tomarte unas cervezas en la terraza de La Biela. También es muy bonita la iglesia del Pilar.

    11. Interesante retrato de Buenos Aires.Un refrescante relato sobre su historia,su gente y el momento actual.

    12. Es una ciudad muy bonita que tiene mucho para conocer y que hay mucho turismo, lo mejor que se puede decir tal vez de esa ciudad es la deliciosa carne que tienen,las empanadas que las hacen buenisimas en fin son muchas cosas que se puede disfrutar me encanta este articulo porque ahora conocí algo mas de del lugar que no pude visitar.

    13. Grande, bella y espaciosa, con rincones increibles y cafés y bares de otra época. Me encantó Buenos Aires cuando la conocí. Disfruta tu estancia. Un abrazo.

    14. Momentazo el telegrama de Lorca “tu llegada es una fiesta para la inteligencia”. Semejante reconocimiento internacional de sus colegas poetas, no es muy común a los 35 años no?

    15. Una ciudad como BA , que ha acogido a lo largo de su historia diferentes razas y culturas se convierte en una ciudad cosmopolita, encantadora y de gente muy guapa gracias a la mezcla.

    16. Tengo amigos argentinos que viven en Barcelona y ninguno de ellos está contento con su presidenta, por cierto les he dicho que lean tu blog.

    17. Hace mucho tiempo que fui a Buenos Aires y recuerdo detallse las fachadas de los edificios del centro Buenos Aires, (los que sobrevivieron a la piqueta demoledora) que la arquitectura porteña de finales del siglo XIX y comienzos del XX se caracterizó por su marcada influencia francesa, sin embargo pocos saben que el Palacio Paz, ubicado en pleno centro de la capital frente a la Plaza San Martín, es un edificio cuyos frentes, esculturas y ornatos son copias o están inspiradas en diversos palacios franceses. Esto no es casual, el arquitecto del palacio, Louis Marie Henry Sortais era francés, estudió en la Ecole des Beaux Arts de París y ganó el Grand Prix de Rome en 1890; y el propietario de la residencia José C. Paz fue embajador en Francia a finales del siglo XIX.
      Es lo poco que recuerdo de mi viaje a Buenos Aires ya que fue cuando estaba en el colegio y de eso ufff y también consigo desviar mi atención por los recientes acontecimientos de este país que sin darse cuenta se está aislado del resto del mundo.
      Los países que no prestan atención a sus errores están condenados a repetirlos y este es el caso de Argentina, ojalá me esté equivocando

    18. No conozco Buenos Aires pero siento una atracción especial por esta ciudad, puede ser por que ahora hay muchos argentinos en España y hablan de su ciudad y su país con mucha vehemencia. También el cine argentino me tiene enganchada.

    19. Recuerdo haber sentido la sensación de infinito, cuando el avión que me llevaba a Buenos Aires bajaba lentamente para aterrizar, fue espectacular. Luego la ciudad me enamoró. Argentina es un gran país y Buenos Aires una gran ciudad y lo seguirá siendo a pesar de los infames gobiernos que ha padecido y padece. Disfruta la estancia, Fernando.

    20. Mi padre vivió cerca de diez años en Buenos Aires. Era muy pequeño, pero siempre habla de sus maravillosos recuerdos de la ciudad. Yo he conocido muchos países de América Latina, pero Argentina sigue siendo una asignatura pendiente…espero que no por mucho tiempo.

    21. Estoy de acuerdo con la mayoria de tus lectores, Buenos Aires es una de las ciudades más bonitas del mundo.

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